Los apuntes que a todos nos hubiera gustado tener
Existen diferentes estrategias y sistemas para tomar apuntes en clase, de manera que los datos apuntados resulten de utilidad para quien estudia y no se conviertan en un mero documento que registra la transcripción automática de la información expuesta.
Pese a que cada alumno, condicionado por su personalidad y por el interés real que demuestra hacia lo que estudia, desarrolla un estilo propio, existen varias técnicas y trucos que facilitan la tarea posterior del estudio y asimilación de los contenidos.
Laura lo ha tenido siempre meridianamente claro.
Técnicas de memorización visual de apuntes
A la hora de tomar apuntes, existen diferentes estrategias visuales que permiten recabar la información de manera más ordenada y comprensible para el estudio posterior:
· Enumeración, colores y sangría: Ayudan al estudiante a categorizar o destacar por su importancia los contenidos recogidos durante la clase.
· Líneas cronológicas: Se marcan con la guía de fechas o hechos históricos, los acontecimientos más relevantes de cada periodo de tiempo.
· Tablas y cuadros: Representación organizada de datos específicos y detallados sobre varios elementos.
· Cómic: Los contenidos se representan por medio de viñetas y gráficos secuenciales con componentes verbales y simbólicos. El tamaño de las palabras, la colocación de una imagen o el color facilitan el recuerdo de las ideas expuestas y su importancia respecto a la información global.
A Laura siempre le encantaron los comics.
Laura y sus apuntes en comic
La malagueña Laura Rojas Grana ha puesto Internet patas arriba desde que una compañera difundió por la red algunos de los apuntes que elabora para memorizar las clases de Literatura.
El resultado viral, como los apuntes, ha resultado maravilloso.
Con cerca de 6.000 retweets y más de 12.000 “Me Gusta”, la difusión del tweet tuvo tal repercusión que ha trascendido incluso el medio virtual para ocupar espacio en los canales de TV, como en la mención que protagonizó en Antena 3 Noticias.
Laura, entusiasta dibujante desde su más tierna infancia, comenzó a darse cuenta de que su memoria era mucho más efectiva cuando transformaba las lecciones apuntadas en historias de un comic. Y, dicho y hecho, empezó a dividir la hoja en zonas y a jugar con tamaños, trazos y colores hasta obtener una composición muy visual.
Con esta estructura lógica, el cerebro de Laura y el de cualquier otro puede recoger y memorizar los datos más fácil y rápidamente.
Lo inusual, lo extraordinario de Laura es que el resultado gráfico es tan perfecto que los apuntes merecen encuadernarse y ofrecerse al disfrute colectivo. De hecho, hasta su profesora le ha pedido permiso para utilizarlos en su labor docente.
Todos quisiéramos ser Laura
«Me encanta dibujar, y así consigo que algo tedioso como pasar apuntes se me haga más llevadero», cuenta Laura en la edición digital de El País.
Como ella, debemos ser multitud los que quisiéramos justamente eso, convertir lo más rutinario de nuestras vidas, el aburrimiento que la rutina nos produce, en una suerte de comic que nos permita disfrutar de aquello que cotidianamente hacemos.
La mayoría, por desgracia, carecemos del arte de Laura.